Entrevista 4 ÚRSULA OLÓRTEGUI
Ella es 'dark' y viste a los de su casta. En menos de un año pasó de compartir un 'stand' a ocupar dos. Los que visten de negro han encontrado en su local la llave al paraíso
De día --y hasta hace unos meses--, sin embargo, Úrsula se desdoblaba. Hacía algo que los suyos no entendían. Ejercía su profesión: profesora de Educación Física. Disfrutaba. Pero para entonces el negocio que inició este año ya había comenzado a crecer, lo mismo que la cantidad de cortes en sus manos. Cortes que la hacen feliz. Consecuencias del oficio que ahora realiza como diseñadora y confeccionista para su mundo: lo 'dark'.
¿Los ancianos a los que usted atendía en el albergue de San Juan de Miraflores sabían que su profesora era una 'dark'?
No. Cuando trabajaba con ellos, más bien me metía en su mundo, ¡y me divertía tanto! Mis amigas me decían: trabajar con adultos mayores debe ser bien triste. ¡No! ¡Es la clase más chistosa que tengo! En un colegio tienes que lidiar con los chiquitos, pero con ellos no: ellos quieren aprender, ¡y aprenden con mucha facilidad!
Sin embargo, dejó su carrera. ¿Cómo llegó al diseño?
Hasta hace poco tuve una pareja, y él --como todas las parejas que he tenido-- se preocupaba mucho porque yo paraba corriendo: trabajaba aquí, allá. "¡Para! ¡Te va a hacer daño!" Lo que yo más quería en la vida era que reconocieran mi trabajo, pero terminé dándoles pena. No se percataban de que así me sentía contenta. Pero este chico insistió. Me dijo: "Pongamos un negocio". Le dije: "A mí me gustaría vender ropa".
¿Por qué optó por diseñar?
Porque entraba a Internet y veía la ropa que ofrecían: a precios bien altos. Pero cuando la ven en mi tienda: ¡90 soles un pantalón! Les tengo que explicar que son diseños propios, que probablemente nadie más los use. Porque si alguien viene y quiere algo que ya le hice a un amigo, yo le hago cambios: la correa la pongo más acá, los cierres al otro lado... la idea es que luzcan algo original, tal como yo lo hacía cuando iba a los tonos. Porque yo misma me hacía mi ropa, y la gente me decía: ¡por qué no haces!
Así empezó: vistiendo la ropa que usted misma se hacía para ir a las fiestas.
Sí, pese a no tener conocimientos de costura ni de diseño. Empecé con una amiga, y como ella era muy buena, incentivamos a su hermano para que le pagase una escuela de diseño. Le dije: "¡Tu hermana es una maga!" Y ahora, como se fue a estudiar por mi culpa (ríe) --y encima tiene que atender a sus hijos--, me quedé sin ayuda.
Empezó este año, compartiendo un 'stand'. Alquiló dos y también le quedaron chicos. Ahora tiene este local al final de una galería. ¿Cómo supo la gente de usted?
En mi época --en los 80-- te enterabas de los tonos a través de fotocopias. Yo apelé a lo mismo.
Y fue llegando la gente.
Hasta ahora. Llegan y me dicen: tú me diste un volante en un concierto. ¿En cuál? En el de Hocico (banda 'dark' mexicana). Resulta que durante seis meses repartí volantes todos los fines de semana. Ahora reparte mi chiquito, el 'Vampirito' (su empleado). Él participa en los 'tonos anime' (a los que se va asumiendo la estética del dibujo animado japonés), y ya hemos comenzado a hacer ropa para personas de esa escena.
¿Por qué vestirse de negro?
El gusto por un tipo de música llevó a la gente a vestirse de negro. En los 80, a mí me encantaban los cantantes de las bandas 'new wave'. Paraban maquillados y les quedaba muy bien.
En su caso, ¿en qué momento asume esta estética?
Cuando conocí a personas de este ambiente, cuando comencé a asistir a fiestas de este tipo. Yo estaba por terminar el colegio y por mi barrio había chicos que usaban sacones como Soda Stereo. Busqué la forma de conocerlos, después conocí a más personas. Yo vivía en Breña, y allá el movimiento era bien grande.
Ahora, además de pertenecer a ese movimiento, le confecciona la ropa. ¿Cuál es la prenda que más orgullo le ha provocado?
Mis capas, me gustan. ¡Le hice un vestido de novia a una chica!
Negro.
Negro, y ahora otra que me ha pedido uno rojo.
Al verlo terminado, ¿qué sintió?
No solo con el vestido de novia, con todo... Yo le hago la ropa a Cardenales (banda 'new wave' local), cuando la gente los ve, ¡esa ropa sale volando! Y cuando yo veo mi ropa, es como si viera a mis hijitos: la veo en el escenario y pongo cara de mamá viendo a su hijito actuar, y no lo digo por los músicos, ¡sino por mi ropa que está ahí!
¡Qué importa que por haberla confeccionado se haya cortado y chancado los dedos!
¡Qué importa! Uno va al resultado: a que los clientes se vayan contentos y después vuelvan.
Su público no es masivo.
No.
¿Puede vivir de esto?
Estoy viviendo de esto... aunque este mes, por pagar la tienda no he podido pagar mi casa... Ya se arreglará; en estos días algo aparecerá...
¿Y el futuro? ¿Hasta cuándo piensa vivir de esto?
Sé que esto de la moda gótica es efímero. Por eso pienso en mi amiga (con la que empecé en esto y que ahora estudia diseño); quizás pongamos algo más grande, pero pensando siempre en acercar la última moda a toda la gente. Porque, por ejemplo, fui a una tienda que importa ropa gótica, cuya dueña me dijo que no le gusta que su ropa esté por el Centro de Lima. Eso es despectivo. Además, a mí la gente del centro es la que me interesa. Quizás no gane tanto, pero me gusta que cada vez más personas tengan acceso a eso con lo que sueñan, ¡porque a mí también me pasa! Yo no puedo comprar por Internet una prenda que me va a costar 80 euros.
¿Cuál es su idea del éxito?
Que las personas estén bien contigo.
El ambiente 'dark' está vinculado a la melancolía. En su caso, más bien noto entusiasmo, punche, ganas de hacer lo que hace.
Sucede que a mis 33 años he aprendido que sumiéndome en la tristeza no soluciono mis problemas. Hasta hace dos meses yo vivía con una persona. Eso, además de apenarme, me está haciendo pasar momentos económicamente difíciles, pero no gano nada cruzándome de brazos y quedándome en mi cama: mi negocio y mi trabajo están afuera. Yo tengo ya 13 años fuera de la casa de mis padres, tratando de salir adelante, dando la contra a todos los que me decían que de esto no iba a poder vivir.
Claro, Educación Física y ropa para 'darks' no son oficios que uno vincule con el éxito económico... ¿Cómo lo enfrenta?
Te respondo cuando me boten de mi casa (ríe)... Pero son experiencias que yo he querido vivir...
...y que le gustan.
¡Me hacen feliz! La tienda se ha convertido en punto de reunión: aquí conversamos, de aquí se van a otros lados, y en medio de todo ¡sale el negocio! Yo pienso que uno se tiene que hacer querer... Hay unos 'stickers' para las uñas que a mí me cuestan 20 céntimos; una chica preguntó por ellos. ¿Cuánto? Un sol. Ahhh... Se fue un poco triste, entonces le dije al 'Vampirito': ¡regálale! Son cosas que a mí no me cuestan mucho. Ella se alegró, y después regresó para que le hiciéramos una ropa.
Pero no tiene para pagar el alquiler de su casa, ¿por qué lo hace?
Porque me pongo en su lugar: yo también he soñado con tener cosas.
¿Qué tan incomprendidos son los 'dark'?
Bastante. Los que se visten para ir a tonos de perreo son más tolerados que quienes nos vestimos de negro. Yo tengo clientes menores de 20 años que esconden sus ropas para ponérselas recién en las fiestas, ¡que se maquillan recién en las fiestas! Y que para volver a sus casas, se tienen que volver a cambiar.
LA FICHA
4 Nombre: Úrsula Olórtegui Reyes.
4Colegio: Micaela Bastidas (Breña).
4Estudios: Profesora de Educación Física de la UNMSM.
4Edad: 33 años.
4Cargo: Creadora y diseñadora de la marca Hada Verdugo.
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